"“Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros,
pero no tenéis el Derecho Natural,
el Derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano..."
Clara Campoamor Rodríguez nace 1888 en el seno de una familia de origen
humilde, en el barrio madrileño de
Maravillas. Su madre era modista y su padre era contable de un periódico.
A la muerte de éste, se ve obligada a
interrumpir sus estudios y ponerse a trabajar en varios oficios, entre
ellos en el cuerpo de Correos y
Telégrafos en 1909.
En 1914 y tras sacar el número uno de
su oposición, se convierte en profesora de adultas en el Ministerio de
Instrucción Pública. Sin embargo, al no tener el bachiller sólo puede impartir
clases de taquigrafía y mecanografía por lo que decide seguir estudiando. Se matriculó como estudiante en la escuela
secundaria y luego en la Facultad de Derecho
compaginándolo con sus trabajos de mecanógrafa en el Ministerio y de
secretaria en el periódico “La Tribuna” respectivamente.
En 1923 participa en un ciclo sobre
Feminismo organizado por la Juventud Universitaria Femenina donde comienza a
desarrollar su ideario sobre el derecho a la igualdad de las mujeres.
A la edad de 36 años se licencia en derecho lo que le permite defender dos casos de divorcio muy
célebres en aquella época.
Fue también la primera mujer que
intervino ante el Tribunal Supremo y que desarrolló trabajos de jurisprudencia
sobre cuestiones relativas a los derechos de la situación jurídica de las
mujeres en nuestro país.
Sus ideas sobre la igualdad de las
mujeres la acercan al PSOE y escribe el prólogo del libro Feminismo
Socialista, dedicado a Pablo Iglesias. Pero nunca se incorporó al partido.
En 1928 crea juntos a compañeras de
otros países europeos la “Federación Internacional de Mujeres de carreras jurídicas” (que en la actualidad todavía existe, con
sede en París).
Campoamor mantuvo una gran actividad como
conferenciante en la Asociación Femenina Universitaria y en la Academia de
Jurisprudencia, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y la
libertad política.
Con Azaña forma parte de la junta
directiva del ateneo de Madrid y se declara republicana. En los últimos años de
la dictadura de Primo de Rivera colabora en el diario “La Libertad”, en
una sección propia titulada “Mujeres de hoy” donde presentaba y analizaba la vida de las mujeres.
Después de la rebelión de Ángel García
Hernández y Fermín Galán en Jaca y el proceso contra el Comité Revolucionario,
Clara Campoamor asumió la defensa de algunos de los implicados, entre ellos su hermano
Ignacio.
Al proclamarse la Segunda República, Clara Campoamor entra a formar
parte del Partido Radical y se presenta a las elecciones de 1931 para las
Cortes Constituyentes de la Segunda República, obteniendo un escaño como
diputada por Madrid.
Tras la dictadura, en 1931 participa en la comisión encargada de redactar la Carta Magna Republicana, siendo la primera mujer que habla en las Cortes Españolas.
Tras la dictadura, en 1931 participa en la comisión encargada de redactar la Carta Magna Republicana, siendo la primera mujer que habla en las Cortes Españolas.
Desde su tribuna ejercerá una
enardecida lucha para establecer la no
discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas
habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a
menudo llamado “voto femenino”. Consiguió todo, excepto lo relativo al voto,
que tuvo que debatirse en el Parlamento.
El debate fue extraordinario, Clara Campoamor se mantiene fiel a sus
principios y defiende el derecho de las mujeres a ser consideradas ciudadanas
por encima del sentido de su voto. Al final, y con una apretada victoria impone
sus tesis y entra en la Historia como la principal artífice de la inclusión del
voto femenino en España, recogido en la Constitución de 1931 que en su artículo
36 dispone que “Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años tendrán
los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes”.
En 1934 abandonó el Partido Radical
por su subordinación a la CEDA que se
proclama vencedora y toda la izquierda culpa de su derrota a Clara Campoamor.
Ese mismo año, intentó unir a la Izquierda
Republicana pero su admisión fue denegada. Fue cuando escribió y publicó en mayo de 1935 "Mi pecado mortal. El voto femenino y yo"
En
1936, tras el golpe militar del general Franco contra la República Española,
Clara Campoamor se exilia a Francia y, en 1937, publicó en París "La
revolución española vista por una republicana".
Vivió
una década en Buenos Aires y se ganó la vida traduciendo, dando conferencias y
escribiendo biografías.
Intentó
regresar a España a fines de la década de 1940 pero se encontró con que estaba
procesada por su pertenencia a una logia masónica.
En 1955
se instaló en Lausana (Suiza), y trabajó en un bufete hasta que perdió la vista.
Murió
de cáncer en abril de 1972. Sin haber tenido la oportunidad, ante las
condiciones impuestas por parte del gobierno franquista, de regresar a España
como era su deseo.
Clara Campoamor fue una gran defensora de los derechos de las mujeres en momentos muy difíciles y en un contexto sociopolítico completamente adverso.Es muy importante para todas nosotras conocer y poner en valor el esfuerzo de mujeres como ella porque vivimos una época de crisis en la cual peligra gran parte de lo alcanzado por nuestras antecesoras.
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