lunes, 16 de septiembre de 2013

Teatro Social

Calentando motores... solo quedan tres días para empezar con nuestras clases de TEATRO SOCIAL en el Centro cívico Blas Infante a las 17.30 horas.

Gracias a todas las personas que se han inscritos, sin ustedes no podríamos hacer nada.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Volvemos en Septiembre...


Muchas gracias a todas las personas que este año han participado de una manera u otra en nuestras actividades en el Centro Cívico Blas Infante.

Aunque el blog este poco activo no significado que nosotras lo estemos, hemos aprovechado este inactividad que deja las vacaciones para preparar los talleres que nos espera a partir de septiembre en el mismo lugar de siempre: Centro Cívico Blas Infante.

Nos vemos en septiembre con nuevas actividades que esperamos que sea del agradado de todas las personas que asistan.

Disfrutad del verano.
Asociación de Mujeres Gaia.

jueves, 18 de julio de 2013

Rememorando.

REMEMORANDO. Isabel Bermejo

Me desperté con ese aroma a café con el que mi madre solía darme los buenos días. ¡Hacía tanto tiempo que no me lo preparaba! Supuse que aquello no era más que un momento de lucidez en su particular cruzada contra el olvido…


Ganadora del concurso de relatos, organizado por Ça alors!

miércoles, 10 de julio de 2013

Dolores Ibárruri Gómez "LA PASIONARIA"

                                                      

                                                 "Las mujeres, fuesen de la condición que fuesen, 
                                              eran seres libres para elegir su destino."




Dolores Ibárruri Gómez, nació en la población vizcaína de Gallarta el 9 de Diciembre de 1895. Nacida en una familia minera conservadora.  Su padre, Antonio Ibárruri, era un obrero con ideología carlista. Su madre, Juliana Gómez Pardo, procedía de Castilruiz, en la provincia de Soria.

En 1910 se ve obligada por las condiciones económicas a abandonar los estudios; había superado ya el curso preparatorio para ingresar en la Escuela Normal de Maestras y realizar estudios de magisterio, comenzando a trabajar de costurera y sirvienta. 
Como ella mismo dice:
“¿Quién podría costearme los viajes, los libros, la comida, la matrícula? .../... preparaba para servir como criada o casarme y convertirme en la mujer de un minero, la larga historia de mi familia”

16 de febrero de 1916 se casa con un minero socialista llamado Julián Ruiz Gabiña y se traslada a Somorrostro. El matrimonio duro 17 años.

Dolores Ibárruri Gómez destacó como dirigente política en la Segunda República Española y en la Guerra Civil. Histórica dirigente del Partido Comunista de España, a su lucha política unió la lucha por los derechos de las mujeres para demostrar que "las mujeres, fuesen de la condición que fuesen, eran seres libres para elegir su destino."

Aficionada a la lectura y aprovechando la condición de líder minero socialista de su marido comenzó a adquirir conocimientos de marxismo que cuestionaron su educación tradicionalista y católica. Asumió la doctrina marxista como una herramienta ideológica idónea para luchar a favor de la "liberación de la clase obrera".

Desde que pasó a la acción con motivo de la huelga general revolucionaria de 1917, Dolores Ibárruri fue adquiriendo prestigio como oradora y articulista política, a pesar de que había interrumpido muy pronto su formación escolar para ponerse a trabajar como sirvienta.

En 1918, utilizó por primera vez el seudónimo Pasionaria para un artículo publicado en la prensa obrera y titulado El Minero Vizcaíno.

Impresionada por el triunfo de la Revolución bolchevique en Rusia, Dolores Ibárruri participó junto con la agrupación socialista de Somorrostro, de la que era miembro, en la escisión del PSOE que dio lugar al nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) en 1920, llegando a formar parte de su Comité Central en 1930; en 1931 se trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico del Partido,Mundo Obrero.

Su activismo de luchadora incansable le llevó a la cárcel por dos veces en 1931-33,  debido a sus fuertes y punzantes discursos y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas.

En 1933 fue presidenta de la recién fundada Unión de Mujeres Antifascistas.

En las elecciones de febrero de 1936 fue elegida diputada por Asturias. Figura relevante durante la Guerra Civil, fue elegida vicepresidenta de las Cortes republicanas en 1937. Durante este período se convirtió en un mito para una parte de España, siendo famosa por sus arengas en favor de la causa republicana. Suyo fue el lema «¡No pasarán!», acuñado durante la defensa de Madrid.  

Tras la derrota militar se exilió en la Unión Soviética (1939-77), continuando su labor como representante de España en la Internacional Comunista.

En su etapa de exilio, tras el fallecimiento del Secretario General del PCE José Díaz Ramos, Pasionaria fue escogida en su sustitución Secretaria General del PCE en 1942. Ejerció como máxima autoridad entre los miembros del PCE exiliados en la URSS.

En 1960 presentó su dimisión, para pasar a ocupar el cargo de Presidenta del PCE. La sustituyó en sus funciones Santiago Carrillo.

Dolores Ibárruri regresó a España tras la muerte de Franco y la transición a la democracia, resultando elegida de nuevo diputada por Asturias (1977). Incluso entonces permaneció aferrada a los viejos ideales del comunismo prosoviético, que apenas tenían ya eco ni en la sociedad española ni en el PCE; aquejada por problemas de salud, abandonó pronto su escaño y se retiró de la política activa.

Murió en Madrid en 1989 y fue enterrada en el recinto civil del Cementerio de La Almudena. En 1962 había publicado sus memorias: El único camino. En junio de 2005 se celebró el XVII Congreso del PCE, donde Dolores Ibárruri fue elegida "Presidenta Honor a Perpetuidad".

domingo, 30 de junio de 2013

Artículo: Micromachismos nuestros de cada día

Sonia Herrera.  La dominación masculina tiene su origen en los modelos patriarcales que promueven la subordinación de las mujeres. En consecuencia, la misoginia y el machismo adoptan múltiples caras y máscaras, pero son precisamente las formas encubiertas de discriminación contra las mujeres las que legitiman y perpetúan los actos de violencia más cruentos y la desigualdad de género más arraigada.
Algunos autores y autoras que han estudiado estas prácticas, las han denominado de un modo a mi juicio demasiado indulgente como “violencia blanda”, “suave”, pequeñas tiranías o, en el mejor de los casos, terrorismo íntimo, pero desde 1991, el término “micromachismos”, acuñado por Luis Bonino, se ha ido popularizando progresivamente. Para el autor éstos son “pequeños, casi imperceptibles controles y abusos de poder cuasinormalizados que los varones ejecutan permanentemente. Son hábiles artes de dominio, maniobras y estrategias que, sin ser muy  notables, restringen y violentan insidiosa y reiteradamente el poder  personal, la autonomía y el equilibrio psíquico de las mujeres, atentando además contra la democratización de las relaciones. Dada su invisibilidad se ejercen generalmente con total impunidad” (Bonino, 2004: 3).

El uso sexista del lenguaje, las bromas y chistes de contenido sexual referidos a las mujeres, la defensa de los celos como parte inherente del amor, el control sobre la pareja (horarios, actividades, relaciones sociales, citas…), la falta de responsabilidad sobre las tareas de cuidados o el trabajo doméstico, los silencios desdeñosos utilizados como forma de manipulación, la intimidación, los comentarios ofensivos, la desautorización y la desvalorización, el chantaje emocional, el control económico, el paternalismo… (Bonino, 2005: 98-100). La lista de ardides micromachistas es interminable.

Prácticas sutiles pero tremendamente efectivas

Algunas de estas prácticas son tan sutiles que habitualmente pasan inadvertidas y cuando se denuncian son tildadas de exageraciones o se les resta importancia. Mientras tanto sus efectos repercuten en la salud mental de la mujer, minando su autoestima y desproveyéndola de energía y seguridad en sí misma.
Estas actitudes se convierten en una violencia invisible o, más bien, invisibilizada, basada en evidentes desequilibrios de poder que reflejan la vigencia del androcentrismo en nuestras sociedades. Es justamente su carácter micro e implícito el que hace de los micromachismos comportamientos de dominación masculina menos perceptibles y, por desgracia, más normalizados dentro de una sociedad patriarcal. Por ende, el principal problema de este ejercicio de poder reside en la falta de conciencia y la dificultad para reconocer y denunciar dichos actos.
La mayor parte de estas actitudes se sustentan en añejos estereotipos y género y en los roles tradicionales que les han sido asignados a hombres y mujeres a lo largo de la historia. Aunque en muchos países se considera ya políticamente incorrecto afirmar en voz alta que el hombre es superior a la mujer, los abusos se siguen sucediendo y la violencia machista sigue siendo justificada mediante mañas y maniobras que aún pasando desapercibidas son tremendamente efectivas.
Como se apuntaba anteriormente, la ilusión de la igualdad alcanzada, principalmente en las denominadas sociedades democráticas, ha creado una especie de perverso y tupido velo alrededor de este machismo cotidiano y ha cargado sus tintas contra el feminismo y la lucha por la igualdad de género, calificando su denuncia de innecesaria y excesiva.

Cimentando nuevas masculinidades

Sin lugar a dudas la educación es la base para acabar con esas conductas que habitualmente se justifican y se invisibilizan, así como la herramienta para deconstruir los erróneos mandatos de masculinidad que se inculcan a los varones desde la infancia. Afortunadamente, las buenas prácticas van in crescendo y redes de hombres como la española AHIGE (Asociación de Hombres por la Igualdad de Género) o la Red Iberoamericana de Masculinidades, trabajan día a día por cimentar nuevas masculinidades que redibujen los roles de género y que permitan tanto a hombres como a mujeres liberarse del peso de los preceptos del patriarcado y de sus secuelas.


Asimismo el empoderamiento, la concienciación y la formación de las mujeres son esenciales para detectar esos machismos etéreos y sinuosos, difíciles de describir, pero no por ellos menos dañinos que la violencia directa. Es imprescindible un cambio estructural y transversal en la sociedad que alcance todos los ámbitos de la cultura, la política, la economía, etc. y que suponga, tal como explica Purificación Mayobre Rodríguez, una “alternativa liberadora frente al patriarcado, una invitación a desdeñar los cánones y convenciones excluyentes y a apostar por una forma de pensar diferente”. 


martes, 11 de junio de 2013

Rosa Luxemburgo



"Yo fui, yo soy, y yo seré"


Rosa Luxemburgo nació el  5 de marzo de 1871 en Zamosc, cerca de Lublin, en el seno de una familia de origen judío.

Desde muy joven fue activista del movimiento socialista. Se unió a un partido revolucionario llamado Proletariat, fundado en 1882, alrededor de 21 años antes de que se fundara el Partido Social Demócrata Ruso  e inició su andadura política con la organización de una huelga general, tras la cual el partido fue desbaratado y cuatro de sus líderes fueron condenados a pena de muerte. Sólo se salvaron del naufragio pequeños círculos, y a uno de ellos se unió Rosa Luxemburgo a los 16 años.

Alrededor de 1889, su actuación llegó a oídos de la policía y tuvo que abandonar Polonia, ya que sus camaradas pensaron que podría realizar tareas más útiles en el exterior que en prisión.

Fue a Zurich, en Suiza, donde ingreso en  la universidad junto a otras figuras socialistas, como Anatoli Lunacharsky y Leo Jogiches, estudiando filosofía, historia, política, economía y matemáticas de forma simultánea. Sus áreas de especialización fueron la teoría del Estado, la Edad Media y las crisis económicas y de intercambio de stock.

En 1890, la Ley de Bismarck que prohibía la socialdemocracia fue derogada, lo cual permitió que un legalizado Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) consiguiera escaños en el Reichstag. 
Una vez en él, y a pesar de su discurso comunista, los miembros socialistas del parlamento centraron su labor cada vez más en la obtención de ventajas parlamentarias y en su enriquecimiento personal.

Rosa Luxemburgo, por el contrario, se mantuvo en sus principios marxistas. En 1893, junto a Leo Jogiches y Julian Marchlewski , fundaron el periódico "La Causa de los Trabajadores", oponiéndose a las políticas nacionalistas del Partido Socialista Polaco.

Luxemburgo creía  que una Polonia independiente sólo podía surgir tras una revolución comunista en Alemania, Austria y Rusia. Ella mantenía que la lucha debía focalizarse en contra del capitalismo.

Junto con Leo Jogiches cofundó el Partido Socialdemócrata del Reino de Polonia (SDKP), que posteriormente se convertiría en el Partido Socialdemócrata del Reino de Polonia y Lituania (SDKPiL) al unirse a la organización socialdemócrata de Lituania. A pesar de vivir durante la mayoría de su vida adulta en Alemania, Rosa Luxemburgo permanecía como la principal teórica de la socialdemocracia polaca, liderando el partido junto a Jogiches, su principal organizador.

En 1898, Rosa Luxemburgo obtuvo la ciudadanía alemana y se mudó a Berlín. Allí participó activamente con el ala más izquierdista del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD),  denunciando  repetidamente el creciente conformismo parlamentario del  Partido Socialdemócrata Alemán frente a la cada vez más probable situación de guerra. 
Rosa insistió en que la crítica diferencia entre capital y trabajo sólo podía ser contrarrestada si el proletariado tomaba el poder y se producía un cambio revolucionario en todo el contexto de los medios de producción. Consiguiendo que el líder del partido, Karl Kautsky, mantuviera el marxismo en el programa del partido.

Desde 1900, Rosa Luxemburgo expresó sus opiniones sobre los problemas económicos y sociales en varios artículos en periódicos de toda Europa. Sus ataques al militarismo alemán y al "imperialismo" se volvieron más insistentes conforme vislumbraba la posibilidad de la guerra. Rosa Luxemburgo quería organizar una huelga general que uniera solidariamente a todos los trabajadores y evitar la guerra, pero el líder del partido se opuso, lo que provocó su ruptura con Kautsky en 1910.

Su militancia socialista le llevó a intervenir en 1905 en la revolución polaca y a oponerse a la I Guerra Mundial, hecho este último que le costó varias penas de cárcel. Consideraba que las masas proletarias no debían participar en una contienda organizada por los gobiernos oligárquicos capitalistas, pues la verdadera lucha sería la que estaba planteada entre el capitalismo y el proletariado.

 Entre 1904 y 1906 su trabajo se vio interrumpido a causa de tres encarcelamientos por motivos políticos. Sin embargo, Rosa Luxemburgo mantuvo su actividad política. 

En 1907 tomó parte en el V Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en Londres, donde se entrevistó con Lenin. En el Segundo Congreso Socialista Internacional en Stuttgart, presentó la resolución —que fue aprobada— de que todos los partidos obreros europeos debían unirse para evitar la guerra.

Su pensamiento representó a las opciones radicales en el seno de la II Internacional. Creía en una opción socialista internacional, esto es, alejada de particularismos y nacionalismos, en la que las masas obreras, solidariamente, tomaran el poder al capital.
Gran teórica, realizó importantes contribuciones al desarrollo del marxismo, en especial en lo referente a las relaciones entre nacionalismo y socialismo. Criticó a Lenin, en especial en lo referente a las concepciones de éste sobre la democracia en el partido y la dictadura del proletariado, postulando un menor dirigismo y una mayor integración de las bases en la dinámica partidista. 

Además de constante actividad política, es preciso destacar su intensa labor en la prensa. 
Su pensamiento quedó reflejado en varias publicaciones. Destacan, por citar algunas, "¿Reforma social o revolución?", publicado en 1899; "Massenstreik, Partei und Gewerkschaften", de 1906; "La acumulación del capital", de 1913 o "La revolución rusa", publicado a los tres años de su muerte, e Introducción a la economía política (1925, póstumo). 

Mujer de vasta influencia en el ámbito del socialismo, sus aportaciones teóricas, su lucha personal y su dramática muerte contribuyeron a hacer de ella uno de los referentes de la izquierda.

Rosa Luxemburgo formó parte del grupo alemán Spartakus, que fundó junto con Karl Liebknecht y Clara Zetkin, lo que le costó ser detenida en 1919, siendo ejecutada durante un traslado policial.

Las últimas palabras conocidas de Rosa Luxemburgo, escritas la noche de su muerte, fueron sobre su confianza en las masas, y en la inevitabilidad de la revolución:

«El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota.
'¡El orden reina en Berlín!' ¡Estúpidos secuaces! Vuestro 'orden' está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!» 

martes, 7 de mayo de 2013

Victoria Kent







Nació en Málaga, en 1898, pertenece a ese grupo de mujeres universitarias españolas de los años veinte.

Vivió en Málaga hasta 1917, tras terminar sus estudios en la “Escuela Normal de  Maestras” en Andalucía  marchó a Madrid a estudiar el bachillerato en el instituto "Cardenal Cisneros", apoyada por su madre y por los contactos  de su padre. 
A su llegada a la capital se instala en la Residencia de Señoritas. En 1920 ingresa en la facultad de Derecho de la Universidad Central, donde cursa la carrera como alumna no oficial hasta su licenciatura en junio de 1924. 

Terminados sus estudios se siente más atraída por la docencia que por la abogacía, colaborando con María Maeztu en la elaboración de nuevos planes de enseñanzas secundaria del instituto-escuela de la Junta de Aplicación de Estudios e interviene activamente con la fundación Lyceum Club femenino.

Se colegia en enero de 1925, y aunque no tenía demasiado interés en ejercer la profesión ante los tribunales, no tardó en tener su primera intervención como abogada defensora. Se hizo famosa en 1930 defendiendo ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina a Álvaro de Albornoz, miembro del Comité Revolucionario Republicano, detenido y procesado junto con los que después formaron el Gobierno Provisional de la República. 
Fue la primera mujer en el mundo en intervenir ante un consejo de guerra, consiguiendo la absolución de su defendido.

Cuatro día más tarde de proclamarse la república,  le ofrecen el cargo de directora general de prisiones. La reforma penitenciaria que de inmediato lleva a cabo,  alcanzó perfiles inéditos en España y Europa, en el aspecto cultural y humano, al promover la inserción social de l@s pres@s. Los países nórdicos, siendo modelos en esta materia, tardarían veintitantos años en emprender semejantes medidas.

En las elecciones de 1931 presento su candidatura por el Partido Radical-Socialista siendo asignada para formar parte de la candidatura republicana a las Cortes de Madrid, resultando elegida diputada,  junto con Clara Campoamor,  en  las Cortes Constituyentes de 1932.

Sus intervenciones en el parlamento son escasas y, en especial, se la recuerda por su discurso contra el voto femenino en igualdad de condiciones que los hombres.  Enfrentándose en esa materia  a Clara Campoamor, la otra diputada, partidaria del sufragio igualitario entre hombres y mujeres.

Victoria  Kent, siguiendo la disciplina del partido, estaba convencida de que la mujer española carecía de la mínima preparación social y política, como para votar responsablemente. Y teniendo en cuenta la gran influencia de la iglesia,  sería  un voto conservador, en detrimento de los partidos de izquierda.

En 1933 se presentó a las elecciones, pero no sacó acta de diputada, por lo que se dedicó con más intensidad a sus funciones como Directora General de Prisiones, que deja al año siguiente.

En 1936 vuelve al Parlamente como diputada del Frente Popular, pero al estallar la Guerra Civil marcha al frente de Guadarrama, donde estuvo encargada de suministrar alimentos al ejercito republicano. Siguió al gobierno en su éxodo tanto en Valencia como en Barcelona, siendo su mayor preocupación l@s niñ@s.  Es por ello que se le otorga la dirección del asentamiento de l@s niñ@s de familias republicanas del  Norte de Francia, con el cargo de Primer Secretaria de Embajada Republicana en París


Permaneció en Francia hasta el final de la guerra, a cuyo término colaboró en la salida de los refugiad@s españoles/as hacia América. 

Sin embargo, no pudo seguir el mismo camino y fue sorprendida por la invasión nazi. Al ser ocupada París por los Alemanes el 14 de junio de 1940, Victoria Kent se refugió en la embajada mexicana, donde permaneció refugiada durante un año, al estar su nombre en la lista negra entregada por la policía de la dictadura militar franquista al gobierno colaboracionista de Vichy,  la Cruz Roja le proporcionó un apartamento cerca del Bois de Boulogne, donde vivió hasta la liberación con una identidad falsa: la de Madame Duval.
 En este tiempo en la capital francesa escribió Cuatro años en París, novela autobiográfica narrada en tercera persona cuyo protagonista, Plácido, es un alter ego de la autora.

En 1948 vuelve a México donde se dedica a dar de clases  de derecho penal en la universidad, fundando la Escuela de Capacitación para el Personal de Prisiones, de la que fue directora durante dos años. Llamada por la ONU, en 1949 viajó a Nueva York para colaborar en la Sección de Defensa Social, con el encargo de estudiar el lamentable estado de las cárceles de Iberoamérica, cargo que abandonó poco después por ser excesivamente burocrático. 

En Nueva York fundó y dirigió la revista Ibérica desde 1954 a 1974, en la que publicaba las noticias llegadas desde España para l@s exiliad@s republican@s en Estados Unidos. 

Aunque volvió a España en 1977, tras cerca de cuarenta años de exilio, volvió a Nueva York, donde pasó el resto de sus días, hasta su muerte en 1987.

viernes, 5 de abril de 2013

Clara Campoamor


"“Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, 
pero no tenéis el Derecho Natural, 
el Derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano..."


Clara Campoamor Rodríguez  nace 1888 en el seno de una familia de origen humilde,  en el barrio madrileño de Maravillas. Su madre era modista y su padre era contable de un periódico.

A la muerte de éste, se ve obligada a interrumpir sus estudios y ponerse a trabajar en varios oficios, entre ellos  en el cuerpo de Correos y Telégrafos en 1909.

En 1914 y tras sacar el número uno de su oposición, se convierte en profesora de adultas en el Ministerio de Instrucción Pública. Sin embargo, al no tener el bachiller sólo puede impartir clases de taquigrafía y mecanografía por lo que decide seguir estudiando. Se  matriculó como estudiante en la escuela secundaria y luego en la Facultad de Derecho  compaginándolo con sus trabajos de mecanógrafa en el Ministerio y de secretaria en el periódico “La Tribuna” respectivamente.

En 1923 participa en un ciclo sobre Feminismo organizado por la Juventud Universitaria Femenina donde comienza a desarrollar su ideario sobre el derecho a la igualdad de las mujeres.

A la edad de 36 años se licencia en derecho lo que le permite defender dos casos de divorcio muy célebres en aquella época.

Fue también la primera mujer que intervino ante el Tribunal Supremo y que desarrolló trabajos de jurisprudencia sobre cuestiones relativas a los derechos de la situación jurídica de las mujeres en nuestro país.

Sus ideas sobre la igualdad de las mujeres la acercan al PSOE y escribe el prólogo del libro Feminismo Socialista, dedicado a Pablo Iglesias. Pero nunca se incorporó al partido.

En 1928 crea juntos a compañeras de otros países europeos la “Federación Internacional de Mujeres  de carreras jurídicas”  (que en la actualidad todavía existe, con sede en París).

Campoamor  mantuvo una gran actividad como conferenciante en la Asociación Femenina Universitaria y en la Academia de Jurisprudencia, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y la libertad política.

Con Azaña forma parte de la junta directiva del ateneo de Madrid y se declara republicana. En los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera colabora en el diario “La Libertad”, en una sección propia titulada “Mujeres de hoy”  donde presentaba y analizaba la vida de las mujeres.

Después de la rebelión de Ángel García Hernández y Fermín Galán en Jaca y el proceso contra el Comité Revolucionario, Clara Campoamor asumió la defensa de algunos de los implicados, entre ellos su hermano Ignacio. 

Al proclamarse la Segunda República, Clara Campoamor entra a formar parte del Partido Radical y se presenta a las elecciones de 1931 para las Cortes Constituyentes de la Segunda República, obteniendo un escaño como diputada por Madrid.

Tras la dictadura, en 1931 participa en la comisión encargada de redactar la Carta Magna Republicana, siendo la primera mujer que habla en las Cortes Españolas.

Desde su tribuna ejercerá una enardecida lucha  para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado “voto femenino”. Consiguió todo, excepto lo relativo al voto, que tuvo que debatirse en el Parlamento.

 El debate fue extraordinario,  Clara Campoamor se mantiene fiel a sus principios y defiende el derecho de las mujeres a ser consideradas ciudadanas por encima del sentido de su voto. Al final, y con una apretada victoria impone sus tesis y entra en la Historia como la principal artífice de la inclusión del voto femenino en España, recogido en la Constitución de 1931 que en su artículo 36 dispone que “Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes”.

En 1934 abandonó el Partido Radical por su subordinación a la CEDA  que se proclama vencedora y toda la izquierda culpa de su derrota a Clara Campoamor. Ese mismo año, intentó unir a la  Izquierda Republicana pero su admisión fue denegada. Fue cuando escribió y publicó en mayo de 1935 "Mi pecado mortal. El voto femenino y yo"  

En 1936, tras el golpe militar del general Franco contra la República Española, Clara Campoamor se exilia a Francia y, en 1937, publicó en París "La revolución española vista por una republicana".

Vivió una década en Buenos Aires y se ganó la vida traduciendo, dando conferencias y escribiendo biografías.
Intentó regresar a España a fines de la década de 1940 pero se encontró con que estaba procesada por su pertenencia a una logia masónica.

En 1955 se instaló en Lausana (Suiza), y trabajó en un bufete hasta que perdió la vista.

Murió de cáncer en abril de 1972. Sin haber tenido la oportunidad, ante las condiciones impuestas por parte del gobierno franquista, de regresar a España como era su deseo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Mercedes Navarro Puerto: "Piel de Mujer"

Hola a tod@s, 

Como el 21 de Marzo fue el Día Mundial de la Poesía, os dejo un poema de Mercedes Navarro Puerto de su obra "Piel de Mujer". 



Inquieto corazón,
navegante de profundidad creciente.
Qué vértigo dejarme conducir
por tu inquietud,
qué riesgo de camino inexplorado
viviendo en la aventura de crearlo…

Inquieto corazón que desconozco,
que siento a veces mío
y a veces un extraño
usurpando un territorio de mi yo
que se resiste a ser conquistado.
Inquieto corazón,
herido y sin descanso,
caminante de noches solitarias,
esquivo de cuidados protectores
por miedo a tantas trampas escondidas.

Inquieto corazón,
querido vagabundo
que apenas si presiento entre los sueños
que rozan mi deseo
y no saben decirse con palabras.
Tesoro de pasión recién nacido
a veces de ceniza,
de restos de un camino ya cansado.
A veces de encendido focolar,
ternura de pequeño ladrón de mil cariños.
A veces de respuestas decididas
Y viva intensidad.

Inquieto corazón
qué poco te comprendo
qué mucho te padezco…
qué de sombras tus miedos tan arcanos,
cuánta luz en tus soles luminosos.
(Te sorprendí aquella noche
sembrador de estrellas,
forjador de senderos).

Inquieto corazón
tu nombre se llama soledad.

domingo, 10 de marzo de 2013

Día Internacional de las Mujeres 2013

Por el Día Internacional de las Mujeres (8 de Marzo) nuestra Presidenta y Vicepresidenta han compuesto dos poesías para conmemoran a todas las mujeres del mundo: 



Mujer...  

Tan dúctil como el río
que fluye a cada instante, 
te adentras en el alma 
para impregnar tus sueños.

Tan rauda como el cóndor
que otea la preñez del alba, 
planeas en círculos un mundo
que cabe en tus manos.

Tan terca como el rumor, 
cautivo de las olas, 
vas esculpiendo mil y un trazos
en el mantra de los mares.

Mujer, tan sutil es lo arcano
en el tul de tu rostro...

Marí Carmen Mendoza
Presidenta de AA.MM GAIA





Quisiera componer 
melodías y sonidos
que llegaran a este 
mundo oprimido.

Quisiera que todas 
las mujeres de este mundo
no tuvieran que estar
siempre luchando
demostrando su valía
ante tantos hombres
en esta vida.

Quisiera que se entendiera
el respeto, dejando aún lado
esas risitas sarcásticas,
de no querer hacerse a la idea
que las mujeres de este planeta
llamado mundo.

Vosotros,  hombres deberíais 
apoyar y ayudar con una misma melodía
con sonidos agradables.

Luz Divina Avilés Rubio
Vicepresidenta AA.MM GAIA

domingo, 3 de marzo de 2013

Clara Zetkin

     "No lloraremos a nuestros muertos, hay que luchar"



Clara Zetkin nació el 5 de julio de 1857 en Alemania, en un entorno familiar humilde. Mientras cursaba los estudios de magisterio, se inició en las ideas socialistas, y conoció a Ossip Zetkin, que sería su futuro marido. En 1879 comienza su militancia en el Partido Socialdemócrata Alemán. Poco después dicho partido fue prohibido por Otto Bismark y perseguido en Alemania, teniendo sus dirigentes que exiliarse del país. Clara y Ossip Zetkin se instalan en Zurich donde conoce Louise Michel y a Jenny Marx entre otros y otras. Aunque nunca se casaron, Clara Zetkin adopto el apellido de su marido.

Tras la muerte de su marido, Clara Zetkin decidió regresar a Alemania y continuar allí la lucha. Contribuyendo 1889 en la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores.

Estuvo a cargo de Die Gleichheit (La igualdad), una importantísima revista que se mantuvo como medio de comunicación dirigida a las trabajadoras, impulsando la igualdad de clase y de género.

Clara Zetkin participó en todos los Congresos de la II y III Internacional. Ella se había planteado como un objetivo fundamental la organización del movimiento de mujeres socialdemócratas. Entre sus memorables actuaciones en las tribunas, cabe destacar su conferencia en el Congreso de la II Internacional titulada "Por la liberación de las mujeres", considerada primera declaración política de la clase trabajadora en cuestiones que hoy denominamos "igualdad de género". Consiguió que el Congreso aprobara una resolución para que las trabajadoras reclamaran la igualdad de salario por igual trabajo, rechazando esta discriminación respecto a sus compañeros trabajadores. En su lucha por los derechos de las mujeres, Clara Zetkin había convocado dos Conferencias Internacionales de Mujeres Socialistas, en las que se había pronunciado por el derecho al voto de las mujeres, la lucha por el mantenimiento de la paz, contra la pobreza y por los seguros sociales y medicinas para las mujeres y los niños y niñas. 


Clara Zetkin, propuso junto a Kathy Ducker (representantes del Partido Socialdemócrata Alemán) en el II Encuentro Internacional de las Mujeres Socialistas, instaurar un día en homenaje a las mujeres obreras que habían dado su vida para exigir mejores condiciones laborales (lo que ha dado lugar al Día Internacional de las Mujeres). Las razones de tal propuesta eran evidentes, en el curso de los años anteriores, habían tenido lugar numerosas huelgas de obreras y obreros en Estados Unidos y en Europa.

En la III Internacional de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin condena la guerra imperialista con la consigna la “Guerra a la guerra”. Lanzó un llamamiento a las mujeres socialistas para que se opusieran enérgicamente a una guerra que solo beneficiaba a la burguesía machista, clerical y explotadora. Por ello fue encarcelada cinco meses, después se le prohibirá hablar en público y se la excluye del Partido Socialdemócrata Alemán.

Una vez fuera de la cárcel, y observando el desolador panorama de la izquierda, Clara Zetkin junto a otros y otras disidentes opuestos a la guerra como Rosa Luxemburgo o Karl Liebknecht fundaron la "Liga Espartaco", que sería el antecedente directo del Partido Comunista Alemán.

En 1920, cuando Zetkin es elegida diputada por el Partido Comunista. En ese mismo año también fue elegida Presidenta del Movimiento Internacional de las Mujeres Socialistas. Mantendría su puesto en el Reichstag hasta 1933, como una luchadora parlamentaria incansable, y sus intervenciones siempre fueron admiradas, en especial cuando en 1932 se opuso rotundamente a la ideología capitalista, anti-igualitaria y racista de Adolf Hitler.

Cuando Hitler toma el poder, Clara Zetkin se exilia en la Unión Soviética. En la URSS fue nombrada presidenta de la Junta Internacional de las Mujeres; poco después de ese hecho, el 20 de junio de 1933 murió a los 76 años de edad. Su cuerpo fue sepultado en las murallas del Kremlin.
Clara Zetkin tuvo la visión para entender, junto a otras mujeres, lo importante que era impulsar las demandas de justicia e igualdad de las mujeres trabajadoras, fue una de las precursoras del feminismo, incansable en su lucha a favor de la paz en el mundo aún teniendo que combatir contra la dirección de su partido.

Información extraída de:
http://www.malostratos.org/mujeres/zetkin02.htm  
http://estudiosdelamujer.wordpress.com/mujeres-forjadorasclara-zetkin-y-el-apogeo-del-feminismo-socialista-y-comunista/  
 http://oldweb.fcampalans.cat/archivos/papers/88.pdf  


viernes, 1 de febrero de 2013

Flora Tristán


"El nivel de civilización a que han llegado diversas sociedades humanas están en proporción a la independencia de que gozan las mujeres"

Nace en París en 1803, era hija de una dama francesa y del aristócrata peruano Mariano Tristán y Moscoso. Tuvo una primera infancia acomodada, y su casa era visitada por personajes que luego serían hitos en la historia como Bolívar.  

Esta situación de bondad económica y social se truncó con la muerta de su padre en 1807, lo cual dejó a la familia en la pobreza. Por este motivo, Flora, vivió penosamente en el campo hasta los quince años de edad, que se traslada con su madre a uno de los barrios más pobres de París.

En este barrio de París  comenzará a trabajar como obrera en un taller de litografía. A sus diecisiete años, se casa con el propietario de ésta, André Chazal, y tiene tres hij@s. Este matrimonio de conveniencia se disolvió a causa de los malos tratos que recibía por parte de su marido. Por lo que Flora tuvo que  huir del hogar llevándose a sus hij@s.

La condición de esposa separada la redujo a la condición de “paria”. Después de un largo periodo de  inestabilidad consigue  un acuerdo judicial con su ex marido, por el cual se queda con el hijo, mientras ella mantiene la custodia de su hija.
En esta nueva vida Flora  intenta cobrar la herencia que le pertenece de su padre, ya que al ser hija ilegitima se le había negado. Para ello, contacta con Pedro Mariano de Goyeneche, pariente de los Tristán. Es gracias a P.M de Goyeneche, cuando Flora viaja a Perú en 1832, dispuesta a cobrar la herencia y recuperar un puesto digno en la sociedad. Pero éste se niega a dársela; por  no haber ningún documento que acreditara que era hija legítima de su hermano. Únicamente accede a pasarle una pensión mensual.
Más tarde se traslada a Lima, donde permanece hasta 1834. 

 Durante su travesía, Flora escribió un diario de viajes acerca de sus experiencias en el Perú. El diario fue publicado en 1838 como Pérégrinations d'une paria (Peregrinaciones de una paria) donde Flora  recoge, con un auténtico sabor romántico, sus impresiones durante el viaje a Lima y Arequipa, y muestra su identificación con las costumbres propias de ambos lugares.

De regreso a Francia, emprendió una campaña a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de l@s trabajador@s y en contra de la pena de muerte.
En ese tiempo, ya había conseguido la separación legal de su marido y la custodia de sus hij@s; sin embargo, André Chazal, enfurecido e impotente, intenta asesinarla, disparándole en la calle y dejándola malherida, en septiembre de 1838. Flora gana notoriedad en la prensa, y Chazal es sometido a proceso que se le complica con la acusación de intentar violar a su propia hija Aline;  finalmente es condenado a 20 años de trabajos forzados.

Flora Tristán imprime un nuevo feminismo dando un giro a la clase social, que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.  Escribiendo 1840 un coherente programa socialista en L’Union Ouvrière (La Unión Obrera), esta obra tiene como objetivo mejorar la situación de miseria e ignorancia de l@s trabajador@s. Convirtiéndose en una defensora  de los derechos de las mujeres, cabe mencionar el capítulo de “Porque menciono las mujeres”  donde desarrolla la tesis de que “todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el espacio que hasta hoy se le ha hecho de los derechos naturales  e imprescriptibles del ser mujer”.

Para Flora la situación de las mujeres se deriva de la aceptación del falso principio que afirma la inferioridad de la naturaleza de la mujer respecto al del hombre. Este discurso ideológico, hecho desde la ley, la ciencia y la iglesia margina a las mujer es de la educación racional y la destina a ser la esclava de su marido. Señala que la  negación de educar a las mujeres está en relacionado con su explotación económica.  Flora dirige su discurso al análisis de las mujeres obreras. Ya que a su juicio no puede ser más contundente: el trato injusto y vejatorio que sufren estas mujeres desde que nacen.

Flora, como buena "socialista utópica", confía enormemente en el poder de la educación, y como feminista reclama la educación de las mujeres; además, sostiene que de la educación de las mujeres depende la emancipación de los hombres. Hecho que hasta la fecha se sigue recogiendo en las declaraciones de principios de los movimientos feministas.

Su discurso apela al sentido de justicia universal de la humanidad en general y de los hombres en particular, para que accedan a cambiar una situación que, a su juicio, acaba volviéndose también contra ellos. "La ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros, varones proletarios. (...) En nombre de vuestro propio interés, varones; en nombre de vuestra mejora, la vuestra, varones; en fin, en nombre del bienestar universal de todos y de todas os comprometo a reclamar los derechos para la mujer.” 

En  la Unión Obrera, Flora se adelanta a lo que  posteriormente se desarrollara en el Manifiesto Marxista,  ya que postula la unión de l@s trabajador@s y las mujeres, en una Internacional que, mediante una revolución pacífica,  traerá la prosperidad y la justicia. 

Flora muere 1844, víctima de tifus, mientras se hallaba en plena gira por el interior de Francia. 

Información extraída de:

Libros:
Peregrinación de una paria: http://books.google.es/books/about/Peregrinaciones_de_una_paria.html?hl=es&id=QMWhGXz08O0C